Hace 70.000 años los Sapiens inician la formación de las llamadas culturas humanas y a través de la primera Revolución, la Cognitiva, podemos decir que se inicia nuestra historia. El Homo sapiens es la única especie humana superviviente, es decir, nosotros y la que a través de su evolución realizará las siguientes Revoluciones: la Agrícola, acelerada hace unos 12.000 años que aportó poblados permanentes gracias al avance en el cultivo de plantas y domesticación de animales; la Científica, que se inició hace 500 años y donde la humanidad reconoce su ignorancia y comienza a adquirir poder y afinar su ego y para finalizar la Revolución Industrial cuando, hace no más de 200 años, el estado y el mercado sustituyen la familia y la comunidad y se inicia la extinción masiva de plantas y animales.
A lo largo de estos 70.000 años hemos pasado de un equilibrio sostenible entre humanos y recursos de la tierra a una economía lineal progresiva donde las empresas extraen y fabrican y las personas compramos, usamos y tiramos. Este proceso deja los recursos naturales agotados, colapsados y un sistema exhausto.
La Revolución tecnológica, que no ha sido una revolución como tal sino una adaptación y progresión a las nuevas necesidades, no ha modificado ni reinventado la economía lineal, es más, ha hecho que esta se globalice incrementando el agotamiento de los recursos primarios.
Ahora necesitamos un nuevo planteamiento que ya se está dibujando en algunas empresas de todo el mundo. El cambio de la economía lineal hacia la economía circular supone el hacer un uso eficiente de los recursos esenciales, limitar el impacto medioambiental del uso de estos recursos pasando del consumismo incontrolado a otro de comprar por necesidad, reutilizar, reparar, reducir y reciclar.
La economía circular significa la intersección de los aspectos ambientales, económicos y sociales dejando de lado la extracción desmesurada de reservas naturales y combustibles fósiles, la fabricación de productos de baja calidad, la utilización y compra desenfrenada y la eliminación mediante la acumulación de residuos que no se pueden reciclar ni reutilizar. Por lo tanto, la economía circular significa un nuevo modelo de sociedad que, sin dejar de lado el avance tecnológico y robótico, utiliza y optimiza los stocks, apuesta por energías renovables y genera el mínimo de residuos con el objetivo final de incrementar la eficiencia del uso de los recursos y lucha contra el acelerado cambio climático.
Desde Óptima creemos que apostar por la economía circular puede aportar diferentes ventajas y beneficios a las empresas y las personas. Un incremento de los ingresos por las actividades circulares que se suman a la reducción de los gastos de producción y a un ahorro neto en los costes en materias primas. Asimismo, esta economía genera soluciones creativas y sostenibles y estimula la innovación que junto con el uso de las avanzadas tecnologías derivadas de la digitalización y la robótica, está destinada a la creación de trabajo de alta especialización. También genera un crecimiento de la oferta local, principalmente en empleos menos específicos. Por todo, la economía circular representa una herramienta estratégica de gran valor tanto para las empresas como para las personas.
Filo Rodié. Técnica de Comptabilidad e Igualdad de Òptima Business Consulting