El gran reto que afrontan todas las empresas ahora a inicios de año es la planificación de las actuaciones que llevan a cabo y, entre ellas, está la planificación de la formación que ofrecerán a sus trabajadores durante el año.
Todas las empresas intentan día a día mejorar su productividad para así ser más competitivas y una de las maneras de hacerlo es invertir en formación, una formación progresiva i continuada. De esta manera las empresas llegan a constituirse de profesionales capaces de adaptarse a múltiples cambios y además, aumentan su efectividad y productividad pudiendo alcanzar así objetivos más ambiciosos. Para planificar la formación es imprescindible tener claras las debilidades y fortalezas de cada uno de los trabajadores y tratar de potenciar unas y minimizar otras – detección de necesidades formativas. Así también, es esencial marcar los objetivos a alcanzar en cada formación y establecer criterios para mesurar el impacto de la misma.
Si la empresa es capaz de ofrecer una formación continuada, de calidad y de acuerdo a las necesidades de sus trabajadores, los beneficios se incrementan. A través de la formación la empresa crea una imagen de empresa innovadora y que apuesta por la mejora constante tanto de la empresa como de sus trabajadores. Además, los trabajadores que en forman parte valoran que internamente se les de la posibilidad de asumir nuevos retos y crecer profesionalmente – evitando así la fuga de talento.
Des de Òptima ayudamos a las empresas a definir su Plan de Formación anual así como en toda la gestión derivada de las acciones formativas definidas, incluida la gestión del 100% del crédito de formación. Contáctanos y te informaremos!